"El ejercicio de hablar, de escribir, de pasar por la palabra lo que vivimos y experimentamos, es el regalo más grande que nos ha acontecido al ser seres humanos. Se hace importante por tanto, hacer uso de este regalo. Este espacio es precisamente para ello, para que ustedes puedan expresar sus opiniones sobre los diferentes temas que se pudieran proponer aquí. Que esto sea de todos!"


miércoles, 13 de junio de 2012

VIEJITO A LA VENTANA

Un viejito luchando contra la tempestad, un viejito sentado en la puerta de una casa escuchando su música de lp, un viejito cosiendo zapatos en su taller improvisado de entre dos árboles, un viejito observando la vida que pasa en las carreteras sentado en su butaca de ancianato, un viejito, un viejito…

Un viejito con cara de acontecimiento melancólico: Algo precioso se le ha quedado en el camino, quizá alguien, quizá algo, quizá solo tiempo...

Y… cuando nosotros seamos viejitos… ¿Dónde estaremos? ¿Qué sitio nos albergará? ¿De cuánto y tanto nos arrepentiremos? ¿Estaremos acompañados o tristemente solos?

domingo, 10 de junio de 2012

No lo bote!

"No lo bote! No lo bote!" Le dice aquel jóven andrajoso, que por sucio, no deja de lucir decente.
"No lo bote!" Mientras aquella 'Doña' de restaurante, se dispone a botar las sobras de quien sabe cuantos almuerzos bien pagados y mal aprovechados
"No lo bote" con alarido alarmante y a la vez calmo (Una pausa) "...para yo dárselo al perrito" ¿Un asomo de verguenza en medio de su andrajosa y hambrienta vida?
"No lo bote!!!!" Y él sigue caminando, para comenzar a comerse con las manos, las sobras, mientras que el perro que va a su lado, lo mira...

EL PODER CURATIVO DE LA MÚSICA

Es increíble y maravilloso el despertar mental de este hombre al son de la música, de SU música

ARTÍCULO REVISTA SEMANA
http://www.semana.com/vida-moderna/poder-curativo-musica/178598-3.aspx

Epifanía de pregunta comiendo una sandía

¿Cómo es posible que hayan en la naturaleza elementos para comer?
Y no hablo de los animales que son sacrificados, hablo de las frutas y las verduras, los frutos secos, las hortalizas ete ce ete ce ete ce, que derrochan carne dulce en su centro.
¿No fueron hechas para ser comidas y nosotras las 'comestlizamos'? ó ¿Son divinamente destinadas a ser sustento de nuestra especie y tantas otras?
¿Acaso sufren las frutas? Tengo la leve impresión que se dan gustosas
Entonces PREGUNTO

Si esto fuera así, si las frutas, verduras, frutos secos, hortalizas ete ce ete ce ete ce, fueran destinados a nuestra alimentación y no otra cosa

¿QUÉ PENSAR DEL SACRIFICIO ANIMAL?

Me gustaría que opinaran sobre esto que me surge como cuestionamiento, Dios mío!
¿TENDRÉ QUE RENUNCIAR A LA BENDITA CARNE?

PD Y no pretendo entrar en la discusión de la necesidad de la carne para la evolución bla bla bla Hablo de otra cosa, de lo inmanente a la cosa y en lo que se esperaría en consecuencia a ello

La mujer de puntitos de colores

Ayer vi una mujer, oscilaba entre los 55 y los 65 años Iba en el bus que yo abordé. Al momento de subir, sonaba una canción romántica que fue famosa hace unos 10 o 15 años. Me senté diagonalmente detrás suyo y ella se encontraba frente al vidrio de detrás del conductor: Así fue que pude observar su rostro.

Desde atrás, su cabello blanco y sujeto por caimancitos a cada lado de la cabeza –como quizá nos es familiar-, el grosor de sus ganas y algunos espacios no muy poblados de la cabeza, me indicaban una edad mayor a la que luego me revelaría su rostro.

Me causó curiosidad el que se supiera la letra en su totalidad, de tres canciones seguidas, canciones que para mí sólo eran familiares por su melodía: En aquel entonces de sus boom, aún era una niña.

Las gesticulaba y apenas si se percibía el sonido de su voz. Fue al observarla cantar, que me di cuenta que su rostro, aunque de una mujer mayor, estaba rebosante de una particular y brillante vitalidad que hacía dudar sobre si era anciana o joven: Sus ojos, su mirada al horizonte mientras avanzamos en el camino y mientras disfrutaba de su, una y otra vez, mascullada canción: Una canosa de espíritu joven, que despista la lectura al pie de la letra de la cronología.

Cantaba y se miraba de cuando en cuando al vidrio, que me hacía recordar la vanidosa juventud, en la que uno se mirar y se mira: Aún gustaba de su propia imagen.

La veía y me sentía confundida, porque no era la usual imagen de la mujer mayor, ni generaba la sensación de pesar por la resignación que uno percibe en la mirada de los ancianos.

Oh sorpresa cuando al bajarme en mi parada por la puerta de detrás, ella bajaba por la de delante. He aquí su imagen:

Una camisilla negra de mangas largas, color negro. Sobre él, un chaleco negro cubierto de múltiples pequeñas pepitas multicolores. Licra larga, negra y un maravilloso par de tenis que se asemejaban a unos converse, igualmente floripepiados de mil colores. Maletín grande a la espalda cual si fuera a la escuela y una energía que hacía pensar que se iba a recorrer el mundo.

Quizá ha sido más familiar tanto para mí como para ustedes –o no- el ver hombres mayores de cabello largo canoso y de actitud juvenil, pero ésta fue mi primera mujer estrella de la tercera edad ¿O la primera?

Fue lindo porque no generaba la sensación que pueden llegar a generar esas mujeres mayores, medio exageradamente hiper-histriónicas en las que su pinta de 20 años delata rebosante angustia por la juventud que se les fue; en las que sus 5 kilos de sombra azul y labial rojo vivio, da cuenta de su tarea diaria de ocultar su edad.

Ésta era una mujer que, sin pretensión alguna, se ha hecho joven de espíritu al envejecer. Quizá despertó y eso la hace feliz.

¡Que maravillosa mujer, que maravillosa manera de envejecer!

Ser un niño

Ser un niño, estar sentado frente a una hoja en blanco.

Estar en el presente: no hay nada más por hacer o pensar que hacer aquel dibujo. Todo a decirse en una raya, una bola o un palo que viene siendo algo así como el universo.

El trazo hecho viene con la certeza de ser EL trazo: No hay nada que arreglar.

“Mi bola y mi palo son tan lindos y bien hechos que deben estar pegados en la puerta de la nevera o en la pared del cuarto de papá y mamá”

Todo dicho con mamarrachos de colores fuera de línea y con cabezas grandes y brazos demasiado largos…

Todo está completo: Arcilla, colores y palitos de helado son suficientes para la faena…

El vivirlo todo en la cabeza, en los cuentos y en los dibujos…

Cuanto quisiera a veces volver a ser niña para estar recreada, junto a una planta tan alta que llegaba casi hasta el techo, en ciudadelas de plastilina o animales de arcilla, untada hasta el pelo, pero llena hasta el alma...

sábado, 9 de junio de 2012

AXEL HONNETH

A continuación exposición del Filósofo Axel Honneth, autor de la Teoría del Reconocimiento